viernes, 14 de septiembre de 2007

Si os digo la verdad estoy confundida. No sé cómo debo sentirme, ni por dónde empezar. Una parte de mí anda agobiada por el tema de los exámenes de septiembre y también emocionada porque cada vez queda menos para empezar una nueva etapa: compartir piso. No os voy a mentir, tengo algo de miedo. Mis dos compañeros de piso son a la vez mis amigos y no quiero que la convivencia estropee lo que hay. Y si me paro a pensar en la carrera, miedo es poco...¿cómo he llegado hasta aquí?, hace dos días estaba saliendo del colegio atemorizada por lo que podía encontrar en Madrid, y ahora resulta que tengo que empezar a pensar en qué hacer en cuanto acabe, porque tan solo me quedan dos años, ¿cuándo me he convertido en un proyecto de mujer?, pero si yo siempre he sido la peque...
Y luego está mi otra parte, la que anda por las nubes, la que no quiere que se acabe este verano porque le da miedo que con él acaben otras cosas...¿qué es más importante?. Ambas partes se mantienen en equilibrio, más o menos...debo confesar que soy bastante soñadora y a la vez racional. Siempre mentango conmigo misma un gran debate interno.

A pesar de todo este lío de emociones estoy contenta, sé que no todo es perfecto, pero tampoco me importa porque me gustan los momentos en que parece que todo lo es, ¿habéis tenido esa sensación?...es mágica a la par que frustrante, porque es efímera...

Nadie sabe lo que va a ser de su vida. El tiempo es lo que convierte una situación en un recuerdo en milésimas de segundo, por eso creo que en vez de preocuparnos tanto en el qué pasará, debemos vivir más lo que nos está pasando para poder tener una vida llena de buenos recuerdos.

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