Es simple. Cuando se enfada consigo misma lo hace también con el resto del mundo. Es tímida y la gente la tacha de borde. Se enamora de los pequeños detalles, y a base de palos sigue sin aprender. Le cuesta hablar de lo que siente así que, si alguna vez lo hace, es totalmente sincero. En el fondo le encantaría tener valor para poder cambiar el mundo, pero como todos tan solo se queda en sus propias quejas. Le gusta mucho más el calor que el frío. Una mirada puede dejarla totalmente inmóvil. Sería incapaz de vivir sin música. Un abrazo le dice mucho más que un beso. Con un solo vistazo lo analiza todo, le gusta ver cómo reacciona la gente en determinadas situaciones. Es capaz de recordar olores y, sin embargo, no saber qué día es hoy. Suele ser muy patosa porque le puede la impaciencia. De las películas lo que más le gusta son los finales, y si no son felices le gustan más. Nunca fue capaz de coleccionar nada, siempre lo pierde todo. Se le da bien escuchar y nunca se calla una opinión. No le gusta que le digan lo que tiene que hacer, y a veces le encantaría que alguien le dijese exactamente cómo actuar. Le ponen nerviosa las puertas de los armarios abiertas. No tiene mucha paciencia para algunas cosas y es capaz de esperar lo que haga falta para otras. Cree en el horóscopo cuando le gusta lo que le dice, y le quita importancia cuando no le gusta. Le encanta que le toquen la espalda. Cuando le dicen que está guapa nunca se lo cree. No le gusta llorar delante de desconocidos y mucho menos delante de sus padres. Es cariñosa con muy pocas personas. No le gusta el victimismo. Le gusta la gente independiente y que dependan un poco de ella.